domingo, agosto 14, 2005

xii



También ella me creyó todo (casi todo).

La primera vez que nos reunimos, por ejemplo, le dije que la amaba: ella no lo dudó ni por un momento.

Recuerdo que me miró a los ojos: sólo encontró amor, amor del bueno, del que dura para siempre.

En general, con ella bastaba acentuar cierta torpeza para que creyera que era la primera en todo (casi todo)

A los 15 minutos hacía lo que suelen hacer las enamoradas: canturreaba en mi oído cualquier cosa.

Aquello duró dos meses.

5 comentarios:

Magda Díaz Morales dijo...

Siempre no vas a cerrar tu blog? ¡Qué bueno!

Muchos saludos

ddmmaa dijo...

Saludos Magda.

De hecho cerré. Abri éste (viceversa, se llamaba), justo hoy he cambiado la url a la que tenía apenas hace unos días. Como verás estoy en permanente construcción (que se me disculpe la obviedad) He respondido ya a tu correo.

Seguimos.

Magda Díaz Morales dijo...

¡Ah!, ahora comprendo, al cambiar la url por la que tenías fue que me enteré de que lo habías abierto. Pues como te decía, me alegra, escribir en un blog es una linda experiencia.

Chayito (no me ha llegado tu correo-e, pero no importa, ya llegará ;) )

ddmmaa dijo...

Me has pillado! Redactaba y luego han llamado a desayunar. Bueno, seguro ya has recibido.

Por cierto, ¿quién es chayito? :-O

Anónimo dijo...

No sabía qué ocurría con tu blog, acaso, imaginé, la inconsistencia que seguido te acompaña había atado tus manos (más nunca la creación), justo me he equivocado (cuánto disfruto de mi error), y me encuentro con más: buenos los versos de Tsvetáieva y de Villón, buenos los tuyos (versos?).Como sea que siga, que siga...