domingo, octubre 02, 2005

xxxix

Esto recuperamos.

El destajo, las partes
del animal, sus entrañas por tierra,
la violencia del coito.

Acaricia el aroma
de mi sexo y el tuyo,
el muslo derecho, la quemadura.

Tal es, mujer, tu templo
-la muerte, la risa, ella bailando-,
tu dios único y Templo.

5 comentarios:

rayhodges dijo...

Antológico. Bolañesco

unsologato dijo...

Che, compadre... esto es magnífico, realmente bueno... me voy ronroneando...

abrazo felino!!!

Carolina Zorrilla dijo...

Hice la lectura al de cabeza, as[i tambien es muy bueno. Los acentos se ausentaron de esta maquina, no es mi culpa.

cieloazzul dijo...

siempre que vengo aquí tengo la misma sensación de los viajeros...
" todo me parece tan familiar a mis afectos... y tan efímero..."
te quiero Pa.
q lo sepas...

Unknown dijo...

y a pesar de todo, compartimos la sinceridad.
buen poema, Francisco.